jueves, 2 de septiembre de 2010

Capitulo III


Viajes, traslados y engaños...

Ese día no pude juntar mis ojos para conciliar el sueño, el nerviosismo recorrió mi ser, no podía entender por qué mi madre insistía en enviarme a Durmstrang, aunque debo admitir que la idea me atraía de sobremanera, el hecho de involucrarme con personas de mi edad me parecía fantástico quizás encontrara a alguien interesante o terminaría odiándolos a todos por su soberana estupidez.

Mi madre insistió en acompañarme hasta alcanzar los mares, pero como era de esperarse me reúse por completo, ni si quiera podía concebir la idea de mi madre exponiéndose, luego de recibir una tempestad de miradas tristes el más contento era “él” mi sirviente, ya que mi madre insistió en que me acompañara al colegio y después de tener una diplomática reunión con el director del colegio este accedió, aunque creo que el peso de mi tía, (hermana de mi padre) fue algo más, como decirlo persuasiva que Erszebet, bien sabremos a futuro que mi tía no tiene muy buenas costumbres a criterio de muchos, pero con respecto a mí, son las mejores, sobre todo con esto del ser la fundadora de la casa de Dunkel, era un real honor poseer el apellido de la casa en la cual pretendo estar, bueno luego de sus palabras y el incentivo económico por parte de mi madre para el colegio y para el ministerio de magia, estuvieron encantados en dejarme tener mi sirviente a mi lado, luego de todo este trámite, de forma inesperada él recibió una carta igual a la mía, así que el trabajo anterior que avían elaborado mi madre y mi tía quedaron inutilizados, ya que quien lo diría, él también estaría junto a mí en Durmstrang.

Así fue como ese día mi madre lo insto a ir, señalando que su pago seria el total financiamiento económico de su educación, ya sea en mensualidades y artículos, él estaba encantado y por supuesto accedió de manera automática, no tendría mejor posibilidades que eso en su vida y además estaría cerca de mí para satisfacer mis necesidades.

Subieron nuestros baúles al carruaje, y el portaba un varita algo diferente a la mía él decía que le fascinaba, nos fuimos jugando todo el camino, mientras avanzábamos encantaba transeúntes y maldecía personas, lo mejor fue ver cuando él bebe de una vieja caía por un acantilado al rio, deberían haber visto la cara de la mujer cuando se dio cuenta que su hijo la miraba desde la parte superior y que todo avía sido un error de su cabeza según ella, nos retorcíamos de la risa al ver los estúpidos muggles pensar en sus infortunios, pasado un tiempo nos acercamos a un bosque bastante sombrío y tenebroso, sinceramente ni siquiera me avía fijado en la desviación del camino, al que supuestamente íbamos, aunque después de unos minutos, me fije que según los texto el mapa mental que tenía, no era como el que hacíamos en este momento, ahí fue cuando los caballos se detuvieron, y la puerta del carruaje se abrió, bajamos y los dos nos encontrábamos en posición de ataque, aunque él insistía que me protegería, así fue como de las sombras aparecieron unas brujas y nos invitaron a seguirlas, caminamos y avía unos gigantes símbolos en el suelo seguido por un aquelarre algo amplio, eran como de 5 a 8 brujas, estas nos invitaron al centro, al ver que las conocía me parecieron más de confianza aunque no completamente bien sabemos que mi madre no contaba con muchos amigos, así que una venganza de este tipo sería normal.

-¿Cuál es el cometido de vuestra invitación?-pregunte

-Ordenes señorito, son ordenes de su madre, haces muy bien en no encaminarte sin saber nuestra procedencia, pero me crees tan estúpida para hacerte algo a ti, se el dolor que le produciría a tu madre, pero también conozco el castigo que la señora Erszebet cernirá sobre mí y todo los míos…

Mis ojos se encendieron de la nada y recordé uno de los regalos de mi madre-Úsalo cuando no confíes en los que se te acerquen- esas fueron sus palabras, me hinque sin pensarlo dos veces y tome una pequeña botella, la mire y para mi infortunio no era más que agua, no sabía de qué me serviría…

El filtro de toda verdad-escuche y me fije que procedía de los labios de mi sirviente -es un filtro poderoso, basta con unas gotas en algún lugar para que la gente suelte lo que preguntas-

Lo mire algo incrédulo, saque de mis pertenencias unos pocillos y pronuncie –Aguamenti- se me deba genial ese hechizo, era como si fuera innato mi madre decía que todo era por una razón, luego de llenarlo de agua vertí unas cuantas gotas de la poción en el pocillo, -Beban- les ordene a las brujas, están accedieron a regañadientes se pasaron el pocillo una por una -¿Quién soy?- les pregunte –Redemirt- respondieron, -muy bien- ¿cuáles son sus intenciones?- Trasladar al señorito y su acompañante a la costa para que tomen la embarcación hacia su colegio- Tome un papel escribí un mensaje, además saque un hilo plateado de mi cabeza el cual guarde en una botella, anote los nombres de las brujas luego los hice desaparecer como mi madre me avía explicado, -Vamos tengo prisa y no tengo intenciones de perder el barco- , asintieron me pusieron al centro de gran cirulo y luego de una seguidilla de palabras gritaron al unísono apuntando con su varita hacia nosotros-PORTUS-, fui succionado por la nada mientras giraba luego de un momento a otro regrese al suelo, me molesto la caída pero mucho menos de lo que avía pensado, luego me fije que caía sobre él, así fue como vimos una enorme embarcación quizás que solo de las que te podías haber imaginado después de haber leído un buen libro, varia gente despedía a sus hijos en cambio nosotros nos dirigimos el barco sin observar a nadie, un hombre que estaba en la rampla puso su mano en mi hombro intentando detenerme, al ver su falta de respeto levante mi vista, pero en cuanto hice eso mi sirviente ya estaba levantando su varita, el hombre ignoro nos ignoró por completo.-Varitas- mi sirviente entrego la del, este la paso por un pergamino y este brillo, dijo su nombre con una voz golpeada y luego como si le hablara al aire pronuncio-Adelante-, yo me uní al paso de mi sirviente pero en cuanto lo intente este me detuvo,-Varita- después de mucho titubear decidí entregársela, el pergamino brillo y luego comenzó a pronunciar mi nombre –Red…-Una bruja muy familiar continuo la oración, -…EMIRT DUNKEL BATHORY mi sobrino, si veo otra ves que pones tus manos sobre él, será tu ultimo día con vida y el de tu familia igual- el hombre se corrió al instantes, mi tía movió su varita el baúl entro inmediatamente y esta me acompaño al interior me mostro mi habitación y me pidió disculpas por tener que compartirla con mi sirviente, pero inmediatamente le dije que no se preocupara no me importaba en lo absoluto, era algo fría, bueno en realidad bastante, me recosté en mi cama mientras él me ayudaba en mi baño, luego por una extraña razón lo invite a que usáramos mi cama ya que la de él era más pequeña y bastante más deplorable, nunca supe que ahí comenzaría algo más que un simple gesto de amabilidad…

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